Matías Oyola jugó 11 minutos. Ingresó por Gabriel Marques al 79’ y en el corto lapso en que estuvo en cancha lo hizo ‘endiablado’. Entró para hacer la doble función. Apoyó con el ataque e inclusive metió el centro para que Ariel Nahuelpán convierta el espectacular gol que significó el empate 2-2 ante El Nacional.
Pero más allá de esa asistencia, se vio a un Pony aguerrido, cortando y ‘metiendo pata’. Y esto es lo que hay que destacar, que –pese a sus lesiones y para- Matías Oyola mantenga la valentía para ir al choque con el rival, algo característico de él y que lo hizo líder en Barcelona. Fueron 11 minutos de coraje, poco tiempo, pero que augura mejores días para el Capi.
Generalmente un jugador que ha sufrido varias lesiones a lo largo de su carrera, tras su recuperación, no vuelve ser el mismo. Pero ayer el Pony regresó como ‘si nada’, parecía que estaba ´poseso’.
César Contreras Enireb
Director
Hincha Amarillo