El empate sin goles de Barcelona SC ante Libertad FC en el Estadio Monumental dejó más que frustración entre los jugadores y la afición torera. Fernando Gaibor protagonizó un tenso momento al final del partido, cuando se acercó al árbitro Augusto Aragón para decirle que «no sea soberbio», lo que provocó el enfado del juez. Mientras los jugadores de Barcelona se retiraban del campo, Aragón respondió gesticulando y negando las acusaciones. Víctor Mendoza, arquero torero, tuvo que intervenir para separar a Gaibor y evitar que la situación escalara.

La molestia de los jugadores de Barcelona se debía, en gran parte, a las constantes demoras por parte de Libertad, que aprovechó cada oportunidad para quemar tiempo, especialmente en los minutos añadidos. Pese a las quejas, Aragón fue inflexible y dio por terminado el partido justo al cumplirse los 5 minutos de descuento, lo que provocó el enojo de los hinchas presentes en el estadio.

Barcelona no supo generar peligro

A pesar de las protestas de Gaibor y el equipo, la realidad es que Barcelona SC nunca logró generar situaciones claras de gol. El planteamiento de Libertad fue sólido en defensa, manteniéndose firme ante los ataques toreros, que carecieron de precisión y creatividad. Incluso en los últimos minutos, la visita estuvo más cerca de llevarse la victoria con una ocasión peligrosa que sorprendió a la zaga amarilla.

La frustración de la hinchada fue evidente. Durante el encuentro, los aficionados de Barcelona SC les gritaron a los jugadores: «Jugadores, la [censurado] de su madre», mostrando su descontento por la falta de contundencia ante un equipo que lucha por no descender. Era una oportunidad clave para que el equipo de Ariel Holan se acercara a la punta, pero una vez más la desaprovecharon.