El estadio George Capwell se encuentra en el ojo del huracán luego de los recientes incidentes registrados durante el Clásico del Astillero. La situación ha generado preocupación entre los aficionados amarillos, quienes esperaban un partido tranquilo y seguro para disfrutar del triunfo de su equipo.

Ahora, las autoridades deportivas deberán analizar los hechos y definir la sanción correspondiente, que podría tener repercusiones importantes para el club eléctrico. Mientras tanto, la afición de Barcelona SC celebra la contundente victoria y espera que se mantenga la justicia deportiva, garantizando que la rivalidad se viva únicamente dentro de la cancha.

Este episodio refuerza la importancia de la seguridad en los estadios y el respeto entre hinchas, dejando claro que la pasión por el fútbol debe expresarse con responsabilidad y sin violencia.