La reacción de Antonio Álvarez tras el empate de última hora entre Barcelona y Talleres fue de evidente molestia y descontento. El presidente del Barcelona Sporting Club se mostró visiblemente desencajado, expresando su disgusto por el resultado del partido, especialmente por la forma en que se han perdido cuatro puntos en dos encuentros, ambos con goles en los momentos finales. Esta reacción sugiere una profunda frustración por no poder cerrar los partidos de manera efectiva y mantener la ventaja hasta el final, lo que probablemente genere un intenso análisis y búsqueda de soluciones dentro del equipo.

“Estoy apenado, triste, desconsolado. Ayer me fui del estadio caminando muy triste. Empezamos bien como siempre pero terminamos mal y es algo que no puede volver a ocurrir. Hay que meter mano ahí en lo táctico y técnico, con la directriz de salir a ganar a todos lados. No hay que entregar papaya al rival”.

La historia repetida. “Empezamos bien y terminamos mal, considero que por partes del partido nosotros le dimos vida al rival, tenemos que corregir mucho. Conversamos a la interna, estamos ahí, sabemos lo que sucede. Se ha convertido en una tendencia empezamos bien y terminamos mal”.

Quiere ser autocrítico. “Yo no sé qué mensaje darle al socio e hincha, estoy igual de triste y espero pasar este líquido amargo. Ayer hicimos un gran partido y lo terminamos mal. Todas las críticas y repeladas son aceptadas”.

La proximidad de las elecciones y su deseo de continuar. “Se está trabajando en el directorio, Barcelona si ustedes se ponen a ver, está a la interperie”