El Ídolo volvió a demostrar su efectividad ofensiva tras 57 días sin marcar más de un gol en un partido. La última vez que había logrado superar la portería rival en múltiples ocasiones fue en el Clásico del Astillero, cuando goleó 4-0 a Emelec.

Con este nuevo triunfo, Barcelona reafirma su poderío en ataque y mantiene la presión en la lucha por los primeros lugares del Hexagonal Final de la LigaPro, mostrando que el equipo recupera su dinamismo y contundencia frente al arco rival.