Ismael Rescalvo vuelve a estar en el centro de las críticas tras el reciente empate ante Liga de Quito. La molestia de la hinchada se hizo notar especialmente por la decisión de dejar a Felipe Caicedo como único delantero en punta, mientras que Miguel Parrales y Octavio Rivero —dos atacantes que la afición pedía ver en cancha— permanecieron en la banca.
Muchos esperaban una dupla ofensiva que pudiera generar mayor presión y volumen en ataque, pero el técnico optó por una fórmula más conservadora que no terminó de convencer.