Uno de los delanteros más recordados por los hinchas de Barcelona SC en estos duelos fue Ismael Blanco, apodado por muchos como aquel que siempre “vacunaba” a las coquetas. Su presencia en el área rival y su capacidad para definir en los momentos clave lo convirtieron en un referente en los Clásicos del Astillero.
Entre sus tantos más memorables está el 1-0 que marcó en 2014 en el estadio George Capwell, un gol que desató la euforia de la hinchada amarilla y se quedó grabado en la historia del club. Cada partido ante Emelec parecía motivarlo, y sus actuaciones lo consolidaron como uno de los delanteros más peligrosos y queridos por la afición.
Hoy, mientras se espera la próxima edición del Clásico, los fanáticos recuerdan con nostalgia los goles de Blanco, que siguen siendo parte de los momentos más emocionantes y decisivos en la rivalidad más intensa del fútbol ecuatoriano.