Después de más de un año fuera de las canchas, Joao Rojas volvió a jugar con Barcelona SC, y lo hizo en el Clásico ante Emelec. Su regreso se narró en un documental titulado ‘El Regreso’, difundido por la fundación que lleva su nombre, donde el atacante compartió el difícil proceso de recuperación que vivió tras una serie de lesiones graves.
Rojas contó:
“Llega un momento donde todos creían y pensaban que yo ya debía competir; que era cuestión de días, semanas. Me habían hecho mal un proceso de células madre, el cual me causó mucho dolor y creo que fue innecesaria esta decisión del traumatólogo del club y el médico”.
El jugador también habló de los golpes personales que marcaron su año:
“Hubo dos momentos en los que mi corazón se rompió: cuando en ese mismo 2024 perdemos a nuestro hijo y después, meses después, cuando me diagnosticaron cáncer”.
Tras varios análisis, el tema del cáncer fue descartado, pero el impacto emocional fue significativo.
Rojas sufrió en mayo de 2024 la fractura de peroné, por la que fue intervenido. Después tuvo que pasar por el quirófano por una mala consolidación del hueso y fue operado por tercera vez, ya con el tema óseo resuelto, por una mala cicatrización.
Sobre el difícil proceso, confesó:
“Jamás pensé que en algún momento iba a convivir con la palabra depresión. Ese tiempo concentré solo, porque dormía con un aparato en la noche para intentar generar más calcio y consolidar el hueso. No me hizo bien tampoco. Mi preocupación no era no volver a jugar al fútbol. Cada día me tocaba convivir con el dolor, por un deporte que desde pequeño lo practiqué para ser feliz, me esté haciendo pasarla tan mal físicamente”.
El jugador también relató los momentos de temor por su vida:
“Nunca pensé en tener pensamientos de muerte o de que aquí se termina todo. Ir cojo caminando a mi habitación, solo, después de cenar, era horrible”.
Hoy, su regreso al fútbol no solo representa un logro deportivo, sino también una victoria personal después de un año de lucha física y emocional.