La emoción se apoderó del estadio. Octavio Rivero no pudo contener las lágrimas tras el minuto de silencio en memoria de Mario Pineida, en un momento que conmovió profundamente a todos los presentes y marcó el inicio del duelo ante Independiente del Valle.
Con el pasar de los días, el dolor por el fallecimiento de Mario sigue muy presente en el entorno del club. Sus compañeros se han mostrado visiblemente afectados por esta terrible noticia, reflejando el impacto humano que dejó su partida. Fue una escena que trascendió lo futbolístico: respeto, unión y sentimiento en una imagen que quedará grabada en la memoria del barcelonismo.

