La decisión de Augusto Aragón de mostrarle a Adonis Preciado una tarjeta amarilla en lugar de una roja tras botar el banderín del juez de línea es motivo de debate.
Algunos podrían argumentar que la acción merecía una expulsión directa debido a la falta de respeto hacia el árbitro asistente y la falta de deportividad en el campo. Otros podrían opinar que una tarjeta amarilla fue suficiente, ya que la acción no implicó violencia directa o peligro para los demás jugadores.
En última instancia, la interpretación de la regla y la gravedad de la acción recae en el criterio del árbitro y puede variar dependiendo de diferentes factores en el momento del partido.
Esto, debió ser roja para Adonis Preciado.
Si no fuera el banderín de la mano del línea, si no una tarjeta de la mano del central, no era expulsión?
Debió ser expulsión para el jugador de BSC..@CSEmelec vs @BarcelonaSC
Clásico del astillero @LigaProEC ! pic.twitter.com/qtTWCwRjMz— Eduardo Erazo Veloz (@eduardoerazov) April 29, 2024