El 11 de febrero, durante la celebración conocida como Explosión Azul, el Clásico del Astillero vivió un momento que quedó grabado en la historia del fútbol ecuatoriano. Barcelona SC sorprendió a su rival y a los aficionados de Emelec con un tempranero gol de Octavio Rivero, que puso a los amarillos en ventaja y desató la frustración de los hinchas locales, conocidos como “las Coquetas”.
La situación escaló rápidamente, generando un ambiente tenso en el estadio, y finalmente el partido tuvo que ser cancelado, interrumpiendo lo que debía ser una jornada de fiesta y espectáculo deportivo.
Este episodio no solo refleja la intensidad de la rivalidad entre Barcelona SC y Emelec, sino también cómo los Clásicos del Astillero se juegan tanto en la cancha como en las tribunas. La pasión, la rivalidad y los momentos inesperados han convertido este enfrentamiento en uno de los más emblemáticos del fútbol ecuatoriano, dejando recuerdos que los hinchas amarillos y azules aún recuerdan con emoción y controversia.